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Editorial de ILADIBA


¿Necesita Colombia más médicos o mejor preparados?


El jueves 11 de Agosto nos sorprendió escuchar en el Noticiero de la Cámara de Representantes, emitido a través de RCN Televisión, que el país necesita 25.000 médicos más y especialistas para “evitar que los pacientes mueran esperando una cita especializada”.
Se anunció que se preparan medidas para incentivar a las universidades a que eduquen más médicos y especialistas en diversas ramas.
En otras palabras, se supone, inyectar más dinero a las universidades para que creen más facultades de medicina (vamos en 54 y la cifra sigue creciendo) y plazas de residentes (pagados o subsidiados por el Estado más la matrícula que le cobran a los “afortunados”). ¿Cuánto valdría el paquete? A corto plazo miles de millones y a largo plazo billones.
De acuerdo con datos citados con frecuencia, Colombia tiene hoy 56.000 médicos de los cuales alrededor de 40.000 son médicos generales y el resto especialistas.
¿Con base en qué estudios se dice que el país necesita 25.000 médicos más, cuando en este momento no hay plazas disponibles de médicos rurales y se debe hacer un sorteo para llenar las pocas existentes?
Y en cuanto a los especialistas la misma pregunta es válida aunque más fácil de responder empíricamente. El meollo del asunto radica en que no hay ninguna razón válida para que sean el Estado o los residentes quienes paguen la práctica conducente al título de especialista.

Colombia es el único país del mundo que le cobra matrícula a los internos y residentes que son practicantes que generan ingresos económicos al hospital por servicios prestados a los pacientes, financiados por los seguros de salud.

Son los hospitales o IPS quienes deben pagar a los residentes y financiar la práctica de los residentes de especialidades.
Sin duda es importante definir cuántos especialistas y en qué áreas se requieren pero decir, como lo afirmó una Representante en el Noticiero de anoche, que no hay más especialistas porque los existentes “no lo permiten para mantener su monopolio”, es temerario.
De todos modos, nunca habrá suficientes especialistas para tratar a todos los enfermos de las distintas especialidades. Ni con los 1000 psiquiatras actuales ni con 10.000 es posible tratar el 40% de los colombianos (18 millones) que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Mental tienen, han tenido o tendrán problemas mentales.
Tampoco con 2000 obstetras, 2000 pediatras, 1000 cardiólogos o nefrólogos y 1000 endocrinólogos es factible que sea un especialista quien maneje todos los partos, niños, hipertensos o diabéticos.
En nuestra opinión de clínico general (internista) con cerca de 50 años de experiencia en la práctica, investigación y docencia, lo que se requiere son médicos generales o de atención primaria o medicina familiar, capaces de atender 90% de los problemas de salud.
Un médico general bien preparado debe manejar el espectro de condiciones o enfermedades mencionadas y no llenar formatos de solicitud de citas con el especialista al primer asomo de patología.
De ese modo, como se hace en países donde el médico general es la base del sistema (ejemplo el General Practitioner del Reino Unido), el especialista (usualmente ubicado en un hospital) solamente es requerido para tratar los casos complejos o estrictamente especializados.
El país, el Gobierno y el Estado en general tienen hoy un mandato: la atención primaria que no se hace a base de especialistas sino de médicos generales con un equipo de atención primaria (por ejemplo, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas etc).
Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que tenemos muchas “facultades de medicina de mala calidad” (citadas peyorativamente como de “garaje”), que producen médicos mal preparados. Lo dicen otros…
Sin embargo, el principal problema es que esos médicos (de “estirpe”, buenos, regulares o malos) salen a ejercer en sitios (inclusive hospitales llamados universitarios) donde hay una carencia total de medios de educación médica continuada, lo cual los lleva a convertirse forzosamente en empíricos.
El sistema de salud (Gobierno, EPS e IPS) tiene la obligación de educar de manera continua y los profesionales el deber de estudiar pero hasta ahora nadie de alto nivel se ha preocupado por el tema y menos aun en relación al personal de atención primaria, el más necesitado.
Lo único que se ha hecho es despilfarrar en unas pocas guías de manejo clínico basadas “en (presunta) evidencia” que no solo cuestan millonadas sino que están limitadas a unas pocas entidades o condiciones.
Se necesita de manera urgente una educación médica continuada integral, incluyente y de amplio espectro (información actualizada permanente y educación estructurada sobre temas presentados de manera moderna).
Utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación y los métodos modernos de educación del adulto, es factible crear bibliotecas virtuales accesibles y asequibles. Y lo afirmamos con la voz de la experiencia a nivel nacional total.
Sin embargo, primero hay que definir las prioridades que comienzan por el profesional de atención primaria.
Jorge E. Maldonado MD, PhD, FACP
Vicepresidente de Educación Federación Médica Colombiana
Editor Publicaciones ILADIBA
Profesor Titular de Medicina Mayo College of Medicine (1976)
Profesor Visitante Universidades de Paris Sur y de Harvard
Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia

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